BARCELONA   BARCELONA
     
 
BARCELONA   OMAN
     
 
OMAN   OMAN
     
 
OMAN   OMAN
     
 
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LAOS   VIETNAM
     
 
RUANDA   MYANMAR
     
 
MYANMAR   ETIOPIA
     
 
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ETIOPIA   ETIOPIA
     
 
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DRESDE   ETIOPIA
     
 
RUANDA   TAILANDIA
     
 
LAOS   VIETNAM
     
 
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UGANDA   INDIA
     
   
INDIA    

VAGABUNDEOS
INMACULADA MARTINEZ CORRAL

El  proyecto que presento a continuación, y en el que llevo trabajando los últimos años, se enmarca en una línea de investigación de los conceptos “tiempo y  espacio” sobre soporte fotográfico. Lo denomino VAGABUNDEOS. Es un intento de captar entornos y ambientes en profundidad, tras haber perdido la noción de premura e impaciencia. Un vagar de aquí a allá anotando impresiones y sensaciones de gentes y lugares. Unas veces próximos. Otras, alejados.

Maupassant, se planteó el mismo problema frente a la escritura, que el fotógrafo de hoy frente a la imagen. ¿Cuál de entre las millones de realidades que se presentan ante nuestros ojos será la opción que nuestra mente seleccione? Porque, el fotógrafo, si es un artista, buscará no solo mostrar una imagen banal de la vida,  sino darnos una visión más completa, más penetrante, más convincente que la realidad misma. Aunque el propósito fuera contarlo todo, fotografiarlo todo, ello sería imposible, ya que la vida está compuesta de una multitud de pequeños incidentes que llenan la existencia. Un descarte, siempre se impone y supone ya un atentado a la teoría de la verdad total.

Tradicionalmente y partiendo de las limitaciones técnicas que el  uso de la cámara conlleva, el fotógrafo se han decantado por una pequeña fracción temporal de realidad. Su selección. Un instante capturado. Un instante sin pasado ni futuro. Un presente para la eternidad. Pero esta verdad (verdad innegable, ya que esa imagen existió en un tiempo y un espacio concreto) está condicionada por el pequeño marco del visor. Hemos visto a través de él, solo una parte. Fuera de ese límite focal,  el espectador de la fotografía es ajeno a lo que ocurre alrededor. Su curiosidad queda constreñida a la curiosidad del que ha disparado y capturado dicha imagen.

Frente a esta actitud fotográfica, mi interés ha sido dar un paso más. No solo un retrato, no solo un aspecto, no solo un espacio. Muchos retratos, muchos aspectos, muchos ambientes dentro de una misma foto. Un estudio del tiempo y el espacio congelado en un papel.

Pero,  ¿cómo materializarlo? Mostrando una realidad en movimiento, una situación real e imposible a la vez, en el que los personajes muestren el trasiego de la vida.  El ajetreo constante. Para ello es necesario realizar muchas tomas con  un punto de vista previamente seleccionado. Con todo este material se construye una nueva realidad. El resultado será en ocasiones, una panorámica  continuada. La cámara va girando y captando. Otras veces será la cámara la que esté fija y el mundo con sus personajes los  que actúen y se muevan. En las siguientes  tomas, se acompaña a una  persona en su búsqueda y sus dudas. Muchas, muchas tomas desde diferentes lugares pero con un único punto de vista.

Esta forma diferente de trabajar facilita y complica la labor. En cierto sentido puedes fotografiar todo y a todos. Nadie se siente ni ofendido ni molesto, pero también supone dificultades técnicas con la luz en exteriores, que tendrán que ser corregidas en el laboratorio.

Después se seleccionan y revelan  en papel,  se corta la parte que interese de la fotografia. Y estos pequeños cortes, se pegan en un soporte negro y rígido de formato panorámico  (20x70 cm.) Pero a continuación otra fotografía panorámica continúa y retoma la situación que la anterior inició. El conjunto total de ellas da una información cercana a la cinematografía pero con la diferencia que supone la posibilidad de una observación mucho más cercana, detallada y minuciosa. Una mirada detenida. En una foto, los pequeños gestos de los personajes, esos cambios a veces imperceptibles, son los que transmiten la idea de un presente con pasado y futuro.

Todo el trabajo es manual y único. No hay copias de estas fotos collage, ya que ellas, como la vida misma son únicas e irrepetibles. Cada corte es una ventana al instante. Todo el conjunto montado transmite ese movimiento y ese “tempo” de la quietud. Una vida total es imposible de reproducir.  Nuestra libertad limitada a esa fracción, un poco más amplia que antaño, pero siempre limitada.